Estación Central de Trenes será inaugurado esta noche como centro cultural de La Paz

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Desde que la empresa de ferrocarriles en La Paz ENFE, desapareciera por completo luego del fracaso de la capitalización y quedara en manos de capitales Chilenos, el área que actualmente ocupa la Estación Central fue utilizado como parqueo, y quedo totalmente al olvido, inclusive el puente Eiffel sobre el nudo Vita fue removido y desechado.

Sin embargo desde el inicio de operaciones de la nueva propuesta conocido como el “Cable Car” en inglés o Teleférico en Castellano el 30 de mayo del pasado año, una esperanza nace para evitar la depreciación del sitio que en su momento fue el punto de unión hacia varios departamentos del país.

La estructura que fuera construida sobre 6 hectáreas por el Arquitecto Boliviano Julio Mariaca Pando “La Estación Central de Trenes” en 1930, volverá a la vida gracias las refacciones que la empresa Estatal Mi Teleférico emprendió hace varios meses, sin embargo no será para lo que originalmente fue construida, tan solo albergara recuerdos.

Este jueves 30 de abril el Presidente Morales hará entrega de la primera fase de restauración de la edificación declarada como Patrimonio Histórico Cultural de la Cuidad en 1999 mediante la Ordenanza Municipal 076/99. HAM-HCM 074/99.

La invitación impartida por mi Teleférico es abierta a todo público, inicia a las 19.00 en la estación de la Línea Roja Taypi Uta. Se anuncia la realización de varias actividades en conmemoración a la fecha como, la exposición de fotos antiguas de La Paz, de vehículos antiguos, objetos de ferrocarriles, además de juegos artificiales

El edificio, de dos alturas y dos cuerpos, se correspondía con el estilo arquitectónico imperante durante el primer tercio del siglo XX, el neoclásico. La fachada se recubrió con piedra granito comanche, los marcos de puertas y ventanas se hicieron en madera y sobre las cristaleras se colocaron rejas de hierro. Con ese material se hizo la estructura del andén, que se cubrió con calamina. La torre del reloj divide simétricamente los dos cuerpos del edificio. En el nivel situado a pie de calle estaban las boleterías y las ventanillas de información sobre los trayectos. La segunda planta se dividía en dos alturas: en una, estaban el comedor y las oficinas; en la otra, la administración de la estación. Las alas laterales eran usadas como depósitos y albergaban el servicio de correos. El edificio, “uno de los más importantes como estación férrea en nuestro país”, según el libro Cien años de arquitectura paceña, fue declarado patrimonio histórico cultural de la ciudad en 1999, (La Razón)