No más celulares en la mesa, aprendamos de la tradición del banquete andino
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Escrito
por Andrea Alexandra Maldonado Rivero
La hora de la
comida, ese encantador momento de encuentro familiar, encuentro con los amigos o incluso con uno mismo para hablar en confianza sobre cómo ha transcurrido nuestro día y nuestras
actividades o también hablar de temas
gratos sobre nuestros planes a futuro o como ser mejores día a día, pero
claro tal vez este soñando un poco alto pues hoy en día lo que se prioriza son los temas
calientes que Facebook tiene para brindarnos y no importa si estos sean irritantes
, molestos u ofensivos mientras sean la “noticia de moda” y esto ocasiona que
ese esperado momento donde se disfruta de una comida y un encuentro con los
seres queridos pase a un enésimo plano.
Imagen de Wikipedia |
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Es por esto que quiero
revalorizar una tradición muy interesante que tiene que ver con la costumbre de
la reunión familiar a la hora de la comida
y contarte sobre
“El Apthapi” o
banquete andino
El Apthapi es una
tradición aimara bastante conocida
también en la ciudad más no practicada, es un sincretismo de “la hora de la
comida”, un momento de regocijo pues
todo lo que será consumido es lo que se ha cosechado con esfuerzo, siendo estos
productos netamente altiplánicos es
decir tubérculos derivados de la papa como ser: el chuño, la oca, la tunta, mote,
habas, etc. Por otro lado la carne de llama en su estado natural o deshidratada
que llamamos “charque” algunos pescados sobre todo en la zona del Lago Titi
Caca como la trucha, el pejerrey y el ispi, también queso, choclo, entre otros alimentos, y se los comparte con
la familia y en otras ocasiones con toda la comunidad a manera de celebración para compartir SABERES y SABORES.
Esta tradición
tiene como objetivo unir a la familia incluso en el caso de estar peleados, en
esta actividad se dejan conocer las asperezas y también se dan soluciones a las
mismas pero siempre a través del diálogo, lo cual es un ejemplo para las
familias modernas que están acostumbradas a los “buenos modales” pero siguen
guardando conflictos internos.
Estos alimentos
son consumidos a la intemperie y están expuestos sobre un aguayo llamado
hijilla tendido en el suelo y cada quien levanta lo necesariamente racionado
manteniendo siempre el respeto hacia la otra persona que también desea servirse
los alimentos.
El banquete andino
nos enseña convivencia, reciprocidad, diálogo y equilibrio en las relaciones
humanas; valores que en mi humilde opinión son más que necesarios volver a
practicarlos.
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