Sorpréndete con las leyendas del pueblo encantado de Quillacas en Oruro
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Escrito
por Yuseth Ana Mallcu Arteaga
El pueblo de Quillacas se encuentra en el departamento de Oruro, Provincia Eduardo Abaroa a 300 Km de La Paz, a simple vista en él se podría encontrar una pequeña población rodeada de las pampas del altiplano y dos cerros a su detrás, pero dicha población guarda historias que solo los comunarios saben y estas traspasan generaciones porque se las conmemora cada fecha festiva.
Imagen del Santuario del Señor de Quillacas "Parroquia nuestra Señora de la Asunción" en facebook |
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Empecemos
con la leyenda del Santuario, se cuenta
que entre los siglos XVI y XVII un grupo de arrieros pasaba por Oruro. Entre
ellos iba un argentino que llevaba sus mulas a vender a Potosí. Después de
beber se quedaron dormidos, cuando el argentino despertó se encontró solo, abandonado
y sin rastro de sus mulas. Las buscó durante tres días, rompió en llanto, hasta
que noto la presencia de un anciano. «No
llores más –le dijo– y busca tu recua detrás del cerro; allí las encontrarás
bebiendo en el arroyo». Así lo hizo, y encontró sus mulas pastando
tranquilas. Cuando el arriero volvió para darle las gracias, no encontró al
anciano sino una cruz con la imagen de Cristo. Lo llevó todo al cercano pueblo
de Quillacas y siguió su camino. Tiempo después el arriero no dejaba de soñar
con el anciano. Consultó a un especialista que le aconsejó volver a Quillacas y
levantar un santuario en honor de la imagen. Se empeñó en la tarea, al
principio no le iba bien con las obras, entonces le aconsejaron hacer el
santuario con planta de cruz y las obras se terminaron sin problema alguno, hoy
en día el santuario resguarda al santo más milagroso y cada festividad los
habitantes y fieles cantan un huayño que traducido del quechua al español dice
“Señor de Quillacas vas a venir, me haz
dicho plata y oro te voy a regalar”
LAS CAMPANAS DEL
SANTUARIO
Cuenta
la leyenda que una vez construido el Santuario fueron puestas dos campanas de
oro los cuales tenían una resonancia magnifica, pero al ser tiempos de colonia,
los comunarios se enteraron que los españoles estaban saqueando las riquezas de
los pueblos por lo que se dispusieron a esconder las dos campanas a los pies
del Cerro Santa Bárbara, una vez enterrados, se pusieron a plantar un árbol muy
distinto al resto del lugar para poder identificar su ubicación una vez pase
todo el conflicto, pero no falto alguien que delato el escondite, y en base a malos
tratos hicieron excavar dicho lugar para sacar las dos campanas, lo curioso es
que al momento de sacarlas, estas se hundían mas profundo, por lo que seguían
cavando, pero estas se hundía cada vez mas, lo cual causo temor entre los que
estaban ahí y ya no insistieron mas en sacarlas, hasta el día de hoy dichos
objetos siguen escondidos en el interior del cerro, solo queda como rastro y
único testigo el árbol plantado, el lugar se llama Wuajgrawayo(encanto del diablo) , en fechas festivas las
autoridades se acuerdan del lugar diciendo
“kgori campanataqui” (campana de oro) al momento de ch´allar, ahora las campanas que están en el
santuario son de cobre y aun siguen teniendo una gran resonancia que se escucha
hasta el pueblo de Huary.
LAS
BOCAMINAS DEL CERRO SANTA BARBARA
Solo
las personas que se han topado con la bocamina, ubicado a los pies del cerro
Santa Barbara, que curiosamente tiene la forma de una sapo, pueden contar las
leyendas que ocultan, en este caso mi padre,
a la edad de 14 años mientras jugaba a los “cowboys”
quiso buscar un lugar donde esconderse, entonces encontró un hoyo grande
ideal para su cometido, pero una piedra se le adelanto y cayo al hoyo, el pudo
observar que la piedra se perdía en la profundidad del agujero, por lo que se
asusto y hasta la fecha no volvió al lugar, años mas tarde esta anécdota se lo
conto a su tía que igualmente reside allá, ella dijo que hace años en un día de
aburrimiento fue en busca de una planta medicinal llamada Ayrampo cuando se encontró con la bocamina, ella sabe que ahí nadie
debe acercarse ya que al parecer este se trataría de un túnel profundo que
tiene conexión con Potosi, específicamente, según versiones, en una reja con
una cruz denominada la “cueva del diablo”
a la fecha esta tapada por una “puerta de madera” el cual se pierde entre la
maleza.
Para
concluir, todos los pueblos guardan historias, mitos y leyendas propias, no
dejemos que estas desaparezcan con el tiempo, siempre es importante escuchar a
los abuelos, de esa forma podemos viajar no solo al pasado sino a nuestro lugar
de origen.
Para poder llegar
al pueblo, debes ir a la terminal interprovincial de Oruro, el bus que sale a
Quillacas lo encuentras a las 18:00 pm, 3 horas de viaje y el costo es de 20bs
si en caso no alcanzas el transporte, puedes ir hasta Challapata donde hay
surubíes que te llevan por 20bs hasta Quillacas.
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