En La Paz, el Dios de la Abundancia recibirá al Dakar para su buena fortuna
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Nota de prensa remitida
El Ekeko, “Dios de la Abundancia”
recibirá este sábado a los competidores del Dakar 2017, en la ciudad de La Paz,
Bolivia.
El secretario ejecutivo de la Federación
Nacional de Artesanos y Expositores de la Feria de Navidad y Alasita (Fenaena),
Freddy Butrón, informó que serán 66 las figuras del dios mítico que serán
obsequiadas a algunos competidores. Además de la tradicional “guirnalda de
billetes” bolivianos de Alasita.
Esta festividad de la miniatura se
celebra en la ciudad de La Paz al mediodía de cada 24 de enero, y en diferentes
fechas en el resto del país.
Los autores más conocidos que escribieron
sobre esta festividad fueron Antonio Paredes Candia, Rigoberto Paredes, Antonio
Díaz Villamil, Carlos Ponce Sanjinés, Ernesto Cavour y Arthur Posnasky, cuyas
obras están envueltas en leyendas y mitos sobre la feria y el personaje en
miniatura.
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Imagen: Ministerio de Cultura y Turismo |
Para comenzar, el nombre de Alasita tiene
diferentes significados, en aymara el más conocido es el reflexivo
"cómprame".
Las versiones sobre el origen geográfico
de la festividad son diversas, pero coinciden en que sucede en la región andina
de Bolivia. Unos autores dicen que es en Tiawuanaku (antes Kollasuyo), en los
pueblos kallawayas (enclave quechua) y otros en Chuquiago Marka (ciudad de La
Paz), todos en el departamento de La Paz.
Sobre Chuquiago Marka, una versión dice
que estaba formada por comunidades y ayllus, y la Alasita habría nacido en la
actual zona de Santa Bárbara, antes ayllu Uturuncu. Posteriormente la
exposición recorrió por la plaza Murillo, la plaza San Francisco, el paseo El
Prado, la Terminal de Buses y la avenida Tejada Sorzano, hasta asentarse en el
ex Parque de los Monos o campo ferial.
El investigador Galo Illatarco considera
que actualmente la Alasita es "una festividad paceña de carácter cíclico y
se caracteriza por la tradición de adquirir, intercambiar y/o comprar illas de
muchos tipos y formas vinculadas a la producción agrícola y ganadera, a la fertilidad
vegetal, animal y humana, y en general, al bienestar material, físico y
espiritual".
La leyenda Ekeko
El escritor Antonio Díaz Villamil relata
en su libro Leyendas de Mi Tierra que en 1781, durante el cerco a la ciudad de
La Paz, encabezado por los caudillos indígenas Túpac Amaru y Túpac Katari, se
impidió el ingreso de productos a la urbe.
En ese contexto los campesinos Isidro
Choquewanca y Paula Tintaya fueron separados por el patrón español Francisco de
Rojas. El encomendero decidió trasladar a Paula la ciudad para que atendiera a
su hija Josefa Ursula de Rojas Foronda, esposa del gobernador Sebastián de
Segurola Marchain.
Paula y la hija del español se refugiaron
en un pequeño cuarto, custodiado por un Ekeko. La empleada guardaba maíz
tostado, k'ispiña y charque de llama, provisiones que le eran enviadas su
enamorado Isidro.
Al retornar de la batalla, Sebastián de
Segurola encontró a su esposa alimentada, rodeada de alimentos donde antes no
había y la imagen del Ekeko en la habitación.
Illa del Ekeko
En 2014, gracias a la gestión del
Gobierno Nacional, el Museo de Histórico de Berna (Suiza), uno de los más
importantes en Europa, devolvió la
escultura en piedra del Iqiqu (Ekeko), sustraída hace 156 años de Tiwanaku, Bolivia.
La illa del Ekeko, conocido como Iqiqu
Tunu, fue robada de Tiwanaku por el
suizo Johann Jakob Von Tschudi en 1858, según el libro Tunupa y Ekako, de
Carlos Ponce Sanjinés. Luego, en 1929, su nieto la vendió al Museo Nacional de
Berna, uno de los más importantes de Europa.
Hasta el 18 de octubre de 1858 la figura
estaba en Tiwanaku, hasta que llegó Johann Jakob von Tschudi. El científico y
lingüista suizo describió posteriormente en su libro Viajando a través de
América del Sur lo que pasó en Tiwanaku en aquel tiempo.
Según su historia, él vio la Illa,
"una estatuilla muy interesante y bien elaborada”, y "les pregunté a
los dueños si me venderían esa deidad, pero lo rechazaron con indignación”,
escribe von Tschudi. "Sin embargo, una botella de coñac los volvió más
flexibles”. Primero, las negociaciones fracasaron por el precio, sólo cuando
los indígenas estaban completamente borrachos se produjo la transacción,
escribe.
Patrimonio de la Humanidad
La Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) aprobó la postulación por
Bolivia de la Feria de la Alasita como Patrimonio de la Humanidad, confirmaron
hoy autoridades locales.
A finales de este 2017 se decidirá si el
evento es declarado Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad.
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