Cobros en el camino de la muerte: “Mientras algo es ilegal no se lo debe hacer, mientras se paga y no va en beneficio de quien lo paga, no se debería pagar”
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El propietario de la una de las empresas más
conocidas en el medio del biking al camino de la muerte Madness Adventures, es
uno de los pioneros que realizo por primera vez esta actividad que es muy
requerida por los turistas que llegan a nuestro país.
Desde el pasado año una de las comunidades
que viven en la ruta antigua a los Yungas, impuso un cobro a los turistas que
realizan el biking de bs. 25 en la zona denominada Cerro Rojo, sin control alguno, ahora en estos últimos
meses ya se instituyo un cobro por otra
comunidad que se asienta casi al final de este atractivo de bs. 5 (si toma
el desvió directo a la carretera a Caranavi), el pago por la utilización de la
ruta siempre fue de bs. 25 el cual se paga en Unduavi, en total son bs. 55.
Imagen: Madness Adventures |
El primer convenio que se tuvo con la
comunidad, fue de aportar con bs. 25 en
el sector de Unduavi, del cual bs. 10 era para la comunidad, bs. 10 para el
municipio y bs. 5 para la promoción y publicidad del atractivo turístico.
Para el Gerente general de Madness
Adventures, Luis Fernando Jordán Saravia, esta situación es algo que sorprende,
la cual se ha venido instituyendo de
manera arbitraria y de alguna manera ilegal puesto que a la fecha no se
sabe dónde o como se destina lo recaudado. “Estos
cobros se crearon específicamente para que vayan en función al que lo paga, en
este caso era para los turistas, se quedó primero en que se iban a poner postas
de emergencia en caso de accidentes, ambulancias, kits de seguridad y primeros
auxilios, cuerdas de rescate, radios, se iba a tener personal especializado
para rescate, esa fue la finalidad donde nosotros los operadores habíamos
visto que era una buena razón por la que
un turista pueda pagar un ingreso para su beneficio”.
Las cosas y beneficios que se iban a
colocar e instalar para los turistas de Biking, no existen, no se ha cumplido
con lo acordado, lo cual afectaría también a la imagen del turismo que se realiza en la zona.
“Se mal llamado con el nombre de Bike Park o Parque Ciclístico, donde
el turista tiene un pésimo camino, tiene un pésimo servicio de atención por
parte de las comunidades involucradas”, destaco el
gerente de Madness Adventure.
Otro detalle que también llama la
atención en este camino turístico es la
construcción de casas de ladrillo a los alrededores, lo que afectaría de
manera directa al atractivo paisajístico que tenía antes.
Hace algunos días, se realizó una reunión
entre empresas operadoras y la gobernación junto a representantes del municipio
de Coroico, donde según Jordán sirvió
para “legalizar lo ilegal”, se les explico que no se puede erradicar dicho pago
en diferentes lugares porque se habría consolidado en la anterior administración
municipal.
“Son cobros ilegales, donde van o como se destinan, soy fiel testigo,
como el operador número uno de la ruta, de que no van en beneficio del turismo”, asevero Jordán.
Paro de empresas operadoras de Biking en protesta
La medida es una sugerencia que se
especula entre empresas del rubro en forma de protesta para que su reclamo sea
tomado en cuenta. De acuerdo a Jordán esto no favorecería a la imagen dañada
que tiene este atractivo de fama mundial.
“No le haría bien a Bolivia, si bien podría sentar un precedente de que esas perdería
un buen ingreso si se lo haría de manera legal, pero llega a un paro es muy
radical en este sentido (…) la responsabilidad gubernamental actual y de la policía
es de que mientras no se legalice algo no se debería pagar sin tener que llegar
a extremos, yo no apoyo un paro puesto que quien se ve afectado es el turismo
en general”.
Madness es un producto de la empresa Explore Bolivia, su gerente explica que le puso ese nombre a raíz del comentario “Como vas a trabajar en este lugar, estás
loco” el cual le hicieron en sus inicios como Tour Operador. Su trayectoria en el rubro llega a aproximadamente
23 años, su experiencia se remontan a año 1993 cuando Luis Fernando Jordán
Saravia decidió “bajar” en bicicleta la ruta para llevar unos medicamentos para
su padre quien vive en una propiedad que poseen sobre la zona.
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